Depende de diversos factores (físicos, psicológicos, hormonales…). ¿La solución cuando el hambre aprieta? En ningún caso, dejar vacío el estómago
Son muchos y muy diversos los factores que determinan nuestro apetito.
Factores fisiológicos: la edad, el sexo, el peso corporal o la actividad física…
Factores psicológicos: el humor, la experiencia previa con un alimento en particular, restricciones dietéticas individuales y desórdenes alimenticios (anorexia y bulimia…).
Factores ambientales: estilo de vida, aspectos culturales y educacionales, el hecho de tener compañía o no durante la comida…
Factores hormonales o la concentración de glucosa en sangre son otros agentes que pueden influir también en la sensación de apetito.
Como vemos, muchas son las causas y una única la consecuencia: la sensación de hambre. Algo que, de forma genérica, sucede más o menos cada 3 horas. Sin embargo, hay muchas personas que no atienden a esa ‘señal’ corporal y acostumbran a concentrarlo todo en 3 únicas comidas (desayuno, comida y cena) y pasan intervalos de tiempo demasiado prolongados sin ingerir ningún tipo de alimento. ¡Grave error!
Opiniones expertas
Según los especialistas, como la nutricionista Marta Olmos, del Programa NUSA (Nutrición y Salud) la solución adecuada cuando alguien trata de cuidar la línea nunca es dejar de comer. Más bien todo lo contrario; para llevar una dieta equilibrada es fundamental no olvidar ingerir alimentos a media mañana y media tarde. Si no, llegaremos a las comidas principales totalmente descontrolados picoteando todo lo que está a nuestro alcance. Eso sí, la clave está en la elección de esos alimentos: deben proporcionar los nutrientes esenciales, deben ser saciantes, bajos en calorías pero ricos en proteínas y fibras. Resultan especialmente recomendables las piezas de fruta, los cereales, los yogures desnatados, pequeños bocadillos o tostas de pan integral con fiambres como jamón york o pavo, etc.
Otros consejos
Aunque sabidos de sobra, nunca viene mal recordarlos:
– A la hora de comer mastica despacio los alimentos.
– Jamás te saltes el desayuno e incluye en él fruta y cereales y derivados, como galletas con fibra.
– Prioriza la calidad de las calorías frente a la cantidad.
– Bebe un mínimo de 1,5 litros de agua al día.
– Utiliza métodos de cocción sencillos para la preparación de alimentos con poca grasa y sal.
– Intenta llevar un estilo de vida activo: andar, subir y bajar las escaleras y, 4 días a la semana durante 30 minutos, practica alguna actividad física un poco más intensa como ir en bicicleta o nadar.
¡Vaya, qué tema tan interesante! Yo creo que nuestras ganas de comer están determinadas por nuestra genética y nuestros hábitos alimenticios. ¿Qué opinan ustedes?
¡No puedo creer que haya gente que no le guste la pizza con piña! ¿En serio? ¡Es una combinación divina! #TeamPiñaEnLaPizza
¡No puedo estar más en desacuerdo contigo! La piña en la pizza es una aberración culinaria. No entiendo cómo alguien puede disfrutar de esa mezcla. Definitivamente, soy #TeamSinPiñaEnLaPizza.
¡Me encanta esta pregunta! Creo que nuestras ganas de comer están determinadas por el hambre, ¡obviamente!
¡Vaya artículo interesante! ¿Alguna vez han sentido ganas de comer solo por aburrimiento?
¡Me parece increíble que el amor por los tacos no haya sido mencionado! ¿Dónde está la evidencia científica?