Una adecuada hidratación es fundamental para beneficiar al organismo y su funcionamiento, pero poco se sabe acerca de la cantidad exacta que hay que beber. Se recomienda que son necesarios ocho vasos de agua al día para cuidar la salud, pero…
Para cuidar la salud, ¿poca o mucha agua?
La hidratación correcta es aquella que mantiene el equilibrio de líquidos y electrolitos en nuestro organismo, teniendo presente que la cantidad de líquido que un cuerpo necesita puede ser muy diferente al de otro, dependiendo de muchos factores.
Si bebemos poco diferentes órganos resultan afectados pudiendo dañar funciones vitales, reducir el rendimiento, alterar el estado de ánimo e incluso resultar fatal.
Pero si bebemos demasiada agua también podemos afectar al organismo provocando la dilución de electrolitos que cumplen funciones importantes y que en bajos niveles en relación al agua pueden alterar la circulación sanguínea, producir síntomas gastrointestinales e incluso resultar fatal.
Lo adecuado es beber líquidos en su justa medida, ya que tanto por déficit como por exceso, el consumo de agua puede perjudicarnos. De ahí la importancia de saber (aproximadamente) cuánto beber.
Ocho vasos diarios: ¿mito o realidad?
Desde hace tiempo se conoce que nuestro cuerpo requiere alrededor de 1 ml de agua por caloría consumida, cantidad que en una dieta de 2000 Kcal equivale a 2 litros agua u 8 vasos diarios. Es desde entonces y de aquí que ésta recomendación se ha vuelto tan popular.
No obstante, en 2007 la British Medical Journal ya consideró que la ingesta de ocho vasos diarios de agua son más bien un mito médico muy extendido, pues los 2 litros de agua que podríamos necesitar si llevamos una dieta de 2000 Kcal no sólo la obtenemos bebiendo agua, sino también, comiendo, ya que todos los alimentos en mayor o menor medida ofrecen agua.
Asimismo, una investigación publicada por la American Physiological Society, concluye que ‘no hay suficiente evidencia científica que respalde la recomendación de ocho vasos de agua al día, pues alimentos e infusiones, incluso el café consumido con moderación, también aportan líquidos y contribuyen a una buena hidratación.
No obstante, un estudio de Nutrition Reviews señala que la ingesta de agua de 2,7 litros diarios en mujeres y de 3,7 litros diarios en hombres adultos sanos puede ser adecuados para cubrir necesidades hídricas y podrían ser mayores en deportistas y atletas.
Como si fuera poca la confusión acerca de cuánto debemos beber y si ocho vasos al día de agua son necesarios o no, ciéntificos de Francia consideran que las personas adultas sedentarias deberían beber 1,5 litros de agua al día.
Como podemos ver, no hay una recomendación exacta acerca de cuánta agua debemos beber ni tampoco hay evidencia que señale que beber ocho vasos de agua al día es necesario para cuidar la salud o que por el contrario, se trate de un falso mito.
Esto, no hace más que confirmar que los ocho vasos de agua diarios pueden quedarse muy cortos en deportistas pero pueden ser excesivos para un adulto sedentario que vive en clima frío, pues las necesidades de agua pueden variar entre 1,5 y 4 litros al día dependiendo del nivel de actividad física, del metabolismo, de la ingesta de alimentos, de la temperatura ambiental donde vivimos u otros factores.
Entonces, quizá deberíamos pensar en que ocho vasos diarios no son una buena recomendación sino que, para estar bien hidratados, lo mejor es atender a la señales de nuestro organismo para beber agua cuando lo necesitemos o percibamos sed.
No debemos olvidar que entre el 20 y el 30% del agua de la dieta deriva de los alimentos sólidos y no de los líquidos, por ello, incrementar la ingesta de platos con alto contenido acuoso también puede contribuir a que no falten líquidos en la alimentación diaria y beber por encima de ello ocho vasos de agua puede inducirnos un exceso de líquidos.
Este artículo sobre el mito de beber ocho vasos de agua al día me dejó confundido. ¿Alguien tiene más información?
¡Claro! La verdad es que ese mito de los 8 vasos de agua al día es bastante cuestionable. No existe una cantidad universal para todos. Lo más importante es escuchar a tu cuerpo y beber cuando tengas sed. ¡No te compliques tanto!