¿Quién no teme la llegada de la Navidad por las subidas de peso?
Nos estamos preparando para las cenas familiares, comidas con amigos, reuniones con ex-compañeros de la facultad, aperitivos que amenizan los largos días de compras y un extenso etcétera de excesos de comida y bebida que son los compañeros perennes de estas fechas.
La Navidad es una de las épocas del año, quizás junto al verano, en la que más gente sube de peso: solemos tener más manga ancha con las comidas, al mismo tiempo que las reuniones sociales y los compromisos nos quitan tiempo para mantener nuestra rutina de ejercicio o actividad física, y esto se traduce en unos kilos de más para la cuesta de enero.
¿Qué podemos hacer para que la Navidad no termine por pasarnos factura a nivel físico?
Mantén tu rutina de ejercicio en estas fechas
Si planificar en tu día a día es importante, lo es aun más en estas fechas donde seguramente nos veamos sobrepasados por distintos compromisos. Pero recuerda que, antes que nada, tienes un compromiso contigo mismo y con tu salud: seguro que puedes sacar 30 minutos diarios para dedicarlos al ejercicio.
30 minutos diarios son suficientes para mantenerte activo y en forma esta Navidad, ¡no te los saltes!
Reduce los excesos a los días festivos
A pesar de que los turrones lleven desde principios de octubre en las estanterías de los supermercados, en realidad la Navidad no son tantos días. Que sea un período festivo no debe darnos manga ancha para comer o beber en exceso todos los días de diciembre (y algunos de enero).
Reduce el consumo de alcohol
Solo con reducir o eliminar el consumo de alcohol ya podemos tener medio camino andado. Si no quieres eliminarlo,reduce su consumo en las comidas: una vez consumida tu copa de vino, rellénala con agua, no con más alcohol. Por la noche siempre puedes optar combinados sin alcohol en los bares o discotecas. Restarás calorías y sumarás en salud.
Aprovecha para moverte más
¿Tienes un montón de recados y compras que hacer y el centro está colapsado de coches? No te lo pienses y ve andando o utiliza el transporte público, con sus escaleras tradicionales. Intenta dejar de lado el ascensor y usa las escaleras tantas veces como puedas. Sal de compras en lugar de pedirlo todo por internet. Aprovecha esa tarde libre para dar un paseo por el centro y disfrutar de las luces de Navidad de la ciudad. Baila hasta que te canses en esa quedada con tus amigos en lugar de quedarte parada en la barra.
No te saltes comidas por miedo a engordar
Saltarte comidas solo hará que llegues con más hambre a la cena de fiesta, ¡no lo hagas!
No pases días sin comer antes de una fecha especial: es absurdo y contraproducente. En lugar de eso, procura hacer una comida ligera que te mantenga saciada hasta la hora de cenar. Antes de llegar a la cena puedes comer algo saludable como merienda, como un puñado de frutos secos o un yogur con quinoa.
Aumenta el consumo de frutas y verduras
Cualquier época del año es buena para esto, pero la Navidad es el momento ideal para que frutas, verduras y legumbres llenen tus platos. Las verduras no son solo para el verano.
Con estos consejos seguro que pasamos una Navidad más saludable, ¿cuántos vamos a poner en práctica?
¡Qué aburrido! Prefiero disfrutar de la Navidad sin preocuparme por las pautas para no ganar peso. ¡Viva la comida y la felicidad!
¡Qué aburrido! En diciembre se debe disfrutar de la comida sin preocupaciones. ¡Vivan las calorías!
¡Ja! Yo me como todo en diciembre y después hago dieta en enero. ¡A disfrutar!
¡Vamos a disfrutar de las fiestas sin pensar en las calorías! ¡A comer sin remordimientos!