Algunos estudios sobre el consumo habitual de vino, como el realizado por la Universidad de Tufts de Boston (Estados Unidos), concluyen que consumir una copa de vino al día es absolutamente saludable para el organismo.
El vino alberga cualidades positivas y beneficiosas para la salud tras el proceso de fermentación natural de la uva, de modo que, siempre y cuando sea responsable, se recomienda su consumo acompañando a las comidas.
Una copa al día de vino es saludable
Numerosas autoridades sobre la materia recomiendan el consumo de una copa de vino tinto al día, dadas sus ventajas para nuestro cuerpo.
Razones por las que el vino es saludable
Mejora el sueño. Una copa de vino tinto durante la cena ayuda a conciliar el sueño, ya que contiene una buena dosis demelatonina, la hormona reguladora del sueño. Su consumo antes de dormir induce al sueño según demostraron científicos italianos.
Dieta sana y equilibrada. El consumo de vino se asocia a productos como las carnes bajas en grasa, los pescados, las verduras o la fruta. Alimentos que permiten una rápida digestión y unos hábitos saludables de alimentación que permiten llevar a cabo una dieta equilibrada.
Mejora la circulación sanguínea. Muchos estudios demuestran que el vino tinto consumido de forma moderada facilita unacorrecta circulación de la sangre en el organismo disminuyendo a su vez el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El vino activa una enzima que favorece la eliminación de elementos tóxicos, de modo que previene daños adicionales al corazón.
Reduce el riesgo de cáncer. Según un estudio publicado en 2011, el vino es saludable porque protege la aparición delcáncer de esófago. También reduce a la mitad la posibilidad de padecer cáncer de próstata pasados los 40 años.
Solución contra el resfriado. Lejos de las costumbres más tradicionales de consumir una copa de coñac para hacer frente al resfriado, se ha demostrado que el vino protege el sistema inmunitario frente a resfriados y catarros habituales durante los meses de frío. La función antioxidante de la melatonina y una sustancia química como el polifenol, según estudios estadounidenses, protegen al consumir contra la gripe. Sus poderes han sido probados frente a otras bebidas como la cerveza y bebidas espirituosas.
Previene la artritis. Una de las enfermedades más temidas por las personas adultas es la aparición de la artritis. El consumo de 5 a 10 copas de vino tinto a la semana puede frenar el desarrollo de artritis reumática en más de la mitad de los casos frente a los no consumidores de vino.
Presión arterial. Es sabido que el consumo excesivo de alcohol provoca hipertensión, sin embargo beber una copa al día de vino tiene el efecto totalmente contrario porque reduce la presión después de una comida, algo que pueden tener en cuenta las personas que padecen este problema.
Estímulo para el ejercicio. Por sorprendente que pueda parecer, un estudio de medicina deportiva demostró que beber vino antes de realizar ejercicio físico estimula el corazón, de modo que se puede considerar como un beneficio por el efecto dilatador de los vasos sanguíneos y la relajación de los músculos que provoca.
Frena la diabetes. Las personas que consumen vino de forma moderada tienen más posibilidades de prevenir la diabetes de tipo 2 según demostró un estudio de la Universidad de Salud Pública de Harvard.
Retrasa la demencia. Los polifenoles, sustancia que se encuentra en las semillas de las uvas vinícolas, evitan la formación de unas placas que rodean las células cerebrales, de modo que el vino ayuda a evitar la formación de estas placas relacionadas con el Alzheimer.
Quema grasas. Una copa de vino es el complemento perfecto al ejercicio físico tan saludable para el cuerpo humano. Las últimas investigaciones aseguran que activa un gen que impide la formación de nuevas células de grasa.
Vínculo social. Nada mejor que unas copas de vino y unos amigos para pasar un buen rato en compañía y despejar la mente de la rutina.
¡Vamos a brindar por el vino! Pero, ¿qué hay del resto de nuestras bebidas favoritas?
El vino es genial, pero no olvides que hay otros gustos y preferencias. No todos somos fanáticos del vino. ¡A cada quien lo suyo! ¡Salud!
¡Vaya, vaya! ¿En serio el vino es saludable? Yo no estoy convencido, ¿y tú?